Para algunos, el suelo es el producto de la meteorización de las rocas... así, podemos hablar de suelo en Marte (y en otros planetas -con rocas y con atmósfera-)...
... Pero... para otros... un suelo "como Dios manda" requiere también un "componente biótico" (materia orgánica en diferentes estados de descomposición)... y, habitualmente, entre los distintos componentes "sólidos" habría huecos llenos de agua y/o aire.
El origen del suelo es inmediatamente posterior a la "llegada" de una roca a la superficie terrestre (debido a la erosión de los materiales que "tenía encima", o por fenómenos tectónicos)...
En seguida comienza la meteorización y la colonización (los líquenes suelen ser los "primeros colonos") por parte de algunos seres vivos...
La actividad conjunta de estos dos factores va provocando modificaciones... fragmentos rocosos cada vez de menor tamaño (y/o diferente composición ), restos de materia orgánica que se van mezclando, "llegada" de musgos...
Sin embargo, los diferentes componentes edáficos no suelen distribuirse de manera uniforme... el agua de lluvia, al infiltrarse a través del suelo, produce "un lavado" (lixiviado) de los materiales, los cuales, en función de sus características "intrínsecas" (y las del entorno) pueden (¡o no!) precipitar a diferentes profundidades...
... en épocas (regiones) más secas, sobre todo si las temperaturas son elevadas y las precipitaciones escasas, se dan fenómenos de "capilaridad"...
Así, y por todas estas (¡y otras!) causas... en un suelo maduro (suficientemente "evolucionado"), se distinguen diferentes regiones, más o menos horizontales, que reciben el nombre de horizontes edáficos o edafológicos.
Al conjunto de horizontes de un suelo se le denomina perfil.
En un perfil "tipo" se suelen distinguir tres horizontes: A, B y C.
El Horizonte A (también denominado "de lixiviación" o "eluvial") es el "más superficial". En él "descansan" las raíces de las plantas, sobre él caen las hojas en el otoño (o durante todo el año), por él "discurre la vida de la edafofauna"...
... así que... tendrá ("este horizonte") gran cantidad de materia orgánica... que, poco a poco (o muy rápidamente), se irá descomponiendo... Estas características le otorgan una coloración (más o menos) oscura.
A veces, los edafólogos, distinguen en el Horizonte A varios "subhorizontes".
El Horizonte B ("de precipitación" o "iluvial") es más claro que el A, pues carece de materia orgánica... Es aquí, en este nivel, donde se puede generar el caliche (costras de carbonato de calcio), si el terreno (rocas calizas), el clima (periodos secos, que favorecen la evaporación del "agua edáfica"), y la actividad humana (regadío), lo """permiten""".
El Horizonte C está formado por los fragmentos "arrancados" (y todavía claramente reconocibles) de la roca madre, que se encontrará inmediatamente "debajo".
...Y siguiendo con los """EDAFOS"""... "nos encontramos" con Edafogénesis: "conjunto de procesos que intervienen en la formación de los suelos"...
Y... ¿qué procesos son éstos?... Pues <<varios... y muy variados>>... características de las "rocas madres", clima, vegetación, relieve, "orientación", tiempo de "maduración"...
El clima es el factor más importante... muchos procesos de meteorización (tanto física como química) dependen del mismo.
Climas diferentes pueden generar suelos distintos a partir de un mismo tipo de roca.
El clima (humedad/temperatura) también influye en la (variedad/mayor o menor cantidad de...) vegetación... y en el tiempo necesario para que se forme un suelo.
En climas cálidos y húmedos los diferentes horizontes edáficos pueden desarrollarse en unas pocas décadas, mientras que los climas áridos y fríos precisarían de miles de años.
... la mayor parte del agua (aguas de arroyada) de lluvia corre por la superficie, ayudando a "arrastrar" los materiales arrancados de las rocas, impidiendo que el suelo, en estas zonas pueda formarse y madurar.
En las zonas llanas, en cambio, el agua de lluvia se filtra en el terreno, favoreciéndose los procesos edafogenéticos. Sólo en zonas +/- llanas los suelos pueden madurar (formar los diferentes horizontes).
La orientación de las laderas (respecto al Sol y/o los vientos predominantes) también influye en los procesos edáficos.
En los países de altas latitudes (en "los otros" también, pero menos), existe una clara diferencia entre las zonas orientadas al Norte -o zonas de umbría- y las orientadas al Sur -o de solana- (en el Hemisferio Austral "sucede al revés"). Los procesos de evaporación son más lentos en las zonas umbrías, por lo que el agua "circulante" será más abundante y las posibilidades de formar(se) -y madurar- suelo serán mayores... mientras que, en las vertientes más soleadas sucedería lo contrario.
Por otra parte, las laderas de barlovento (de donde viene el viento -cargado de humedad-) tienen más posibilidades de generar (¡más y mejor!) suelo...
Las de sotavento (hacia donde va el viento -bastante seco-), en cambio, darán lugar a suelos más (lentamente) "pobres".
El "sentido" del viento...
Se puede entender la evolución de un suelo como una especie de progresión que tiende a la consecución de un equilibrio fisicoquímico con el medio que le rodea... algunos autores denominan este estado... CLIMAX EDÁFICO.
Muy interesante y ameno tu post, gracias.
ResponderEliminarGracias, muy amable
ResponderEliminar